LEEMOS UN TEXTO INFORMATIVO SOBRE EL CUIDADO DEL PLANETA
PROPÓSITO: En esta sesión leemos un texto informativo para cuidar nuestro planeta.
“Cómo se formó nuestro planeta Tierra”
Hace aproximadamente 4 600 millones de años, nuestro planeta comenzó a formarse gracias a un proceso cósmico que dio origen al sistema solar. Todo empezó con una nube gigante de gas y polvo —compuesta principalmente por hidrógeno y helio, junto con pequeñas partículas sólidas— llamada Nebulosa protosolar. Esta nube comenzó a colapsar por su propia gravedad, tal vez debido al paso de una onda de choque —por ejemplo, la explosión de una supernova cercana— que provocó su contracción. National Geographic+2Wikipedia+2
Durante la contracción, la nube se aplanó formando un disco giratorio a su alrededor. En el centro de ese disco se ubicó lo que sería luego el Sol, mientras que en los bordes las partículas de polvo y gas comenzaron a chocar y a adherirse entre sí. Esos choques y fusiones dieron origen a pequeños cuerpos llamados planetesimales. Con el tiempo, esos planetesimales crecieron, uniéndose entre sí por gravedad, hasta formar un “protoplaneta”: el embrión de lo que sería la Tierra.
Este proceso, llamado acreción planetesimal, implicó infinidad de colisiones, calor intenso y fusión parcial de materiales. Al fundirse, los materiales más pesados —como hierro y níquel— se hundieron hacia el centro, formando el núcleo. Los materiales más ligeros quedaron en la parte externa, formando la corteza y el manto. Así se estructuró la Tierra como un planeta con capas internas distintas.
Luego de esa fase tumultuosa, hace unos 4 500 millones de años aproximadamente, un evento clave dio forma definitiva a la Tierra: un cuerpo del tamaño de Marte, llamado hipotéticamente Theia, colisionó con la joven Tierra. Esa colisión tan violenta expulsó grandes cantidades de material al espacio; parte de ese material se unió y dio origen al Luna, nuestro satélite natural.
Durante mucho tiempo, la Tierra fue un mundo caliente, con actividad volcánica intensa, gases liberándose al espacio y depósitos de lava repeliendo las primeras aguas. Con el paso de millones de años, la corteza se enfrió, la atmósfera primitiva evolucionó y comenzó a condensarse vapor de agua, dando lugar a los océanos. Este cambio gradual permitió que el planeta se transformara en un lugar apto para la vida. astromia.com+2edistribucion.es+2
¿De qué está formada la Tierra hoy?
La Tierra tiene una estructura interna en capas concéntricas:
· Corteza: la capa externa, sólida, compuesta por rocas silíceas.
· Manto: capa intermedia, formada por rocas más densas, que permite movimientos de convección —responsables de fenómenos como la deriva continental y el vulcanismo.
· Núcleo externo: capa fluida, rica en hierro y níquel, que genera el campo magnético terrestre.
· Núcleo interno: la parte más profunda, sólida, formada por metales densos.
Además, la Tierra posee atmósfera, hidrosfera (océanos, ríos, aguas) y una biosfera —un conjunto de vida vegetal, animal y microbiana posible gracias a su estructura, temperatura, agua y atmósfera.
Principales teorías sobre el origen del planeta
Si bien hoy la teoría más aceptada es la llamada Teoría nebular o de acreción planetesimal —desarrollada inicialmente por Immanuel Kant y Pierre‑Simon Laplace— existen otras hipótesis históricas, aunque menos aceptadas hoy.
La teoría nebular explica bien por qué los planetas orbitan en el mismo plano, y por qué la Tierra tiene las capas que observamos. Además, concuerda con evidencia de meteoritos antiguos y edades radiométricas de rocas, que estiman la edad de la Tierra en ~4 567 millones de años.
Importancia del conocimiento basado en fuentes confiables
Nuestra comprensión del origen y estructura de la Tierra se basa en investigaciones científicas, observaciones astronómicas, análisis de meteoritos, estudios geológicos y avances en física. Usar fuentes confiables —artículos especializados, instituciones científicas, publicaciones revisadas por pares— es esencial para enseñar correctamente estos temas y formar una ciudadanía informada.
Conocer cómo se formó el planeta nos ayuda a valorar su fragilidad, a entender los procesos geológicos, a cuidar sus recursos y a respetar sus límites. Además, ese conocimiento nos permite enseñar —como docentes— con rigor, responsabilidad y claridad.