Lecturas Divertidas

viernes, 24 de octubre de 2025

Sem. 29 . 24-10-25. 6to grado "A". Maestra Marisol. “Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”

 PROGRAMA DE REFORZAMIENTO DE COMPRENSIÓN

 Título de la Sesión de Aprendizaje:

Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”




PROPÓSITO:  

Leeremos y comprenderemos textos usando aplicaciones y herramientas TIC.


Lee la siguiente lectura y desarrolla la hoja de preguntas que te da tu maestro.

Una mirada a los recursos renovables y no renovables.

La Tierra pone a nuestra disposición una gran variedad de materias primas y fuentes de energía que los seres humanos utilizamos para nuestras necesidades diarias: desde los alimentos que consumimos, hasta la energía que ilumina nuestros hogares o mueve los vehículos. Estas materias primas y fuentes se agrupan en dos grandes categorías: los recursos renovables y los recursos no renovables. Comprender la diferencia entre ambas es clave para que los alumnos de sexto grado comprendan cómo usamos los recursos del planeta, cuáles son sus límites y por qué es importante emplearlos de modo responsable.

Los recursos renovables son aquellos que pueden ser reemplazados o restituirse mediante procesos naturales en un período razonablemente breve, al menos en la escala de vida humana. Por ejemplo, la luz del sol, el viento, el agua que circula en ríos, las plantas y los árboles si se gestionan correctamente, son recursos que se regeneran. Estos recursos tienen dos ventajas importantes: primero, que su disponibilidad no se agota con el uso —o al menos se agota mucho más lentamente— si se gestionan bien; segundo, que muchas veces su uso produce menores impactos ambientales negativos. Sin embargo, también tienen retos: algunos recursos renovables requieren condiciones especiales (sol, viento, agua) que no están disponibles en todas las regiones, o tecnologías costosas para captarlos. Además, si se usan sin control, incluso los recursos renovables pueden agotarse o degradarse. Por ello, se dice que su sostenibilidad depende de una gestión adecuada: solo serán realmente “renovables” si damos tiempo, espacio o condiciones para que se regeneren.

En contraste, los recursos no renovables son aquellos que no pueden regenerarse —o lo hacen tan lentamente que en la escala de uso humano prácticamente se consideran finitos. Esto quiere decir que una vez que los extraemos y los usamos, su reposición natural toma millones de años o simplemente no se da. Ejemplos típicos son los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) o los minerales metálicos y otros minerales útiles. El peligro principal de estos recursos es que, al depender de ellos de forma intensa sin alternativas, estamos consumiendo algo que no se “repondrá” en un futuro próximo. Además, muchos usos de recursos no renovables tienen impactos ambientales graves: generación de gases de efecto invernadero, contaminación del agua o del suelo, degradación de ecosistemas, entre otros. Por estas razones, se suele decir que el modelo basado en recursos no renovables no es sostenible en el largo plazo.

Para clarificar, los recursos renovables pueden restituirse mediante procesos naturales (siempre que estén bien gestionados), mientras que los no renovables no o lo hacen muy lentamente. Los recursos renovables bien gestionados permiten un uso continuo sin agotamiento rápido; los no renovables implican que su uso reduce las reservas futuras. En general, los renovables tienden a tener menores emisiones o contaminación (aunque no siempre), y los no renovables suelen estar ligados a mayor contaminación, emisiones de carbono, residuos, etc.

Para los escolares de sexto grado, entender esta diferencia no es solo un conocimiento técnico, sino una puerta a pensar en el cuidado del planeta, en la ética del consumo y en la responsabilidad con las generaciones futuras. Saber que algunos recursos pueden agotarse o que su explotación puede dañar el entorno ayuda a fomentar una actitud de ahorro, reciclaje y búsqueda de alternativas más limpias. También es importante porque en muchos países se está trabajando en incorporar más energía renovable (como solar, eólica) y dejar de depender tanto de combustibles fósiles que contaminan y que, además, pueden encarecerse o agotarse.
Como estudiantes, ciudadanos y futuros profesionales, hay acciones sencillas que podemos promover: reducir el consumo innecesario de recursos; reciclar y reutilizar materiales; informarnos y participar en proyectos escolares o comunitarios que promuevan el uso de energía renovable; y reflexionar sobre nuestro consumo. De esta forma, contribuimos no solo al cuidado del planeta, sino a que los recursos renovables sigan disponibles para nosotros y para quienes vendrán después.


La o el docente acompaña, estimula en cada grupo generando preguntas de inferencia para que el estudiante logre su perspectiva del mensaje.

Luego, se les indica que resolverán fichas de comprensión de la lectura por niveles.

NIVEL 1.



NIVEL 2.




NIVEL 3.





Después se les indica que seguirán practicando las lecturas por niveles.

NIVEL 1.

1. Lectura

2. Lectura

3. Lectura

4. Lectura

5. Lectura

6. Lectura


NIVEL 2.

1. Lectura

2. Lectura

3. Lectura

4. Lectura

5. Lectura

6. Lectura


NIVEL 3.








Sem. 29 . 24-10-25. 6to grado "F". Maestra Nancy. “Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”

 PROGRAMA DE REFORZAMIENTO DE COMPRENSIÓN

 Título de la Sesión de Aprendizaje:

Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”




PROPÓSITO:  

Leeremos y comprenderemos textos usando aplicaciones y herramientas TIC.


Lee la siguiente lectura y desarrolla la hoja de preguntas que te da tu maestro.

Una mirada a los recursos renovables y no renovables.

La Tierra pone a nuestra disposición una gran variedad de materias primas y fuentes de energía que los seres humanos utilizamos para nuestras necesidades diarias: desde los alimentos que consumimos, hasta la energía que ilumina nuestros hogares o mueve los vehículos. Estas materias primas y fuentes se agrupan en dos grandes categorías: los recursos renovables y los recursos no renovables. Comprender la diferencia entre ambas es clave para que los alumnos de sexto grado comprendan cómo usamos los recursos del planeta, cuáles son sus límites y por qué es importante emplearlos de modo responsable.

Los recursos renovables son aquellos que pueden ser reemplazados o restituirse mediante procesos naturales en un período razonablemente breve, al menos en la escala de vida humana. Por ejemplo, la luz del sol, el viento, el agua que circula en ríos, las plantas y los árboles si se gestionan correctamente, son recursos que se regeneran. Estos recursos tienen dos ventajas importantes: primero, que su disponibilidad no se agota con el uso —o al menos se agota mucho más lentamente— si se gestionan bien; segundo, que muchas veces su uso produce menores impactos ambientales negativos. Sin embargo, también tienen retos: algunos recursos renovables requieren condiciones especiales (sol, viento, agua) que no están disponibles en todas las regiones, o tecnologías costosas para captarlos. Además, si se usan sin control, incluso los recursos renovables pueden agotarse o degradarse. Por ello, se dice que su sostenibilidad depende de una gestión adecuada: solo serán realmente “renovables” si damos tiempo, espacio o condiciones para que se regeneren.

En contraste, los recursos no renovables son aquellos que no pueden regenerarse —o lo hacen tan lentamente que en la escala de uso humano prácticamente se consideran finitos. Esto quiere decir que una vez que los extraemos y los usamos, su reposición natural toma millones de años o simplemente no se da. Ejemplos típicos son los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) o los minerales metálicos y otros minerales útiles. El peligro principal de estos recursos es que, al depender de ellos de forma intensa sin alternativas, estamos consumiendo algo que no se “repondrá” en un futuro próximo. Además, muchos usos de recursos no renovables tienen impactos ambientales graves: generación de gases de efecto invernadero, contaminación del agua o del suelo, degradación de ecosistemas, entre otros. Por estas razones, se suele decir que el modelo basado en recursos no renovables no es sostenible en el largo plazo.

Para clarificar, los recursos renovables pueden restituirse mediante procesos naturales (siempre que estén bien gestionados), mientras que los no renovables no o lo hacen muy lentamente. Los recursos renovables bien gestionados permiten un uso continuo sin agotamiento rápido; los no renovables implican que su uso reduce las reservas futuras. En general, los renovables tienden a tener menores emisiones o contaminación (aunque no siempre), y los no renovables suelen estar ligados a mayor contaminación, emisiones de carbono, residuos, etc.

Para los escolares de sexto grado, entender esta diferencia no es solo un conocimiento técnico, sino una puerta a pensar en el cuidado del planeta, en la ética del consumo y en la responsabilidad con las generaciones futuras. Saber que algunos recursos pueden agotarse o que su explotación puede dañar el entorno ayuda a fomentar una actitud de ahorro, reciclaje y búsqueda de alternativas más limpias. También es importante porque en muchos países se está trabajando en incorporar más energía renovable (como solar, eólica) y dejar de depender tanto de combustibles fósiles que contaminan y que, además, pueden encarecerse o agotarse.
Como estudiantes, ciudadanos y futuros profesionales, hay acciones sencillas que podemos promover: reducir el consumo innecesario de recursos; reciclar y reutilizar materiales; informarnos y participar en proyectos escolares o comunitarios que promuevan el uso de energía renovable; y reflexionar sobre nuestro consumo. De esta forma, contribuimos no solo al cuidado del planeta, sino a que los recursos renovables sigan disponibles para nosotros y para quienes vendrán después.


La o el docente acompaña, estimula en cada grupo generando preguntas de inferencia para que el estudiante logre su perspectiva del mensaje.

Luego, se les indica que resolverán fichas de comprensión de la lectura por niveles.

NIVEL 1.



NIVEL 2.




NIVEL 3.





Después se les indica que seguirán practicando las lecturas por niveles.

NIVEL 1.

1. Lectura

2. Lectura

3. Lectura

4. Lectura

5. Lectura

6. Lectura


NIVEL 2.

1. Lectura

2. Lectura

3. Lectura

4. Lectura

5. Lectura

6. Lectura


NIVEL 3.








jueves, 23 de octubre de 2025

Sem. 29 . 23-10-25. 6to grado "D". Maestra Dámariz. “Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”

 PROGRAMA DE REFORZAMIENTO DE COMPRENSIÓN

 Título de la Sesión de Aprendizaje:

Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”




PROPÓSITO:  

Leeremos y comprenderemos textos usando aplicaciones y herramientas TIC.


Lee la siguiente lectura y desarrolla la hoja de preguntas que te da tu maestro.

Una mirada a los recursos renovables y no renovables.

La Tierra pone a nuestra disposición una gran variedad de materias primas y fuentes de energía que los seres humanos utilizamos para nuestras necesidades diarias: desde los alimentos que consumimos, hasta la energía que ilumina nuestros hogares o mueve los vehículos. Estas materias primas y fuentes se agrupan en dos grandes categorías: los recursos renovables y los recursos no renovables. Comprender la diferencia entre ambas es clave para que los alumnos de sexto grado comprendan cómo usamos los recursos del planeta, cuáles son sus límites y por qué es importante emplearlos de modo responsable.

Los recursos renovables son aquellos que pueden ser reemplazados o restituirse mediante procesos naturales en un período razonablemente breve, al menos en la escala de vida humana. Por ejemplo, la luz del sol, el viento, el agua que circula en ríos, las plantas y los árboles si se gestionan correctamente, son recursos que se regeneran. Estos recursos tienen dos ventajas importantes: primero, que su disponibilidad no se agota con el uso —o al menos se agota mucho más lentamente— si se gestionan bien; segundo, que muchas veces su uso produce menores impactos ambientales negativos. Sin embargo, también tienen retos: algunos recursos renovables requieren condiciones especiales (sol, viento, agua) que no están disponibles en todas las regiones, o tecnologías costosas para captarlos. Además, si se usan sin control, incluso los recursos renovables pueden agotarse o degradarse. Por ello, se dice que su sostenibilidad depende de una gestión adecuada: solo serán realmente “renovables” si damos tiempo, espacio o condiciones para que se regeneren.

En contraste, los recursos no renovables son aquellos que no pueden regenerarse —o lo hacen tan lentamente que en la escala de uso humano prácticamente se consideran finitos. Esto quiere decir que una vez que los extraemos y los usamos, su reposición natural toma millones de años o simplemente no se da. Ejemplos típicos son los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) o los minerales metálicos y otros minerales útiles. El peligro principal de estos recursos es que, al depender de ellos de forma intensa sin alternativas, estamos consumiendo algo que no se “repondrá” en un futuro próximo. Además, muchos usos de recursos no renovables tienen impactos ambientales graves: generación de gases de efecto invernadero, contaminación del agua o del suelo, degradación de ecosistemas, entre otros. Por estas razones, se suele decir que el modelo basado en recursos no renovables no es sostenible en el largo plazo.

Para clarificar, los recursos renovables pueden restituirse mediante procesos naturales (siempre que estén bien gestionados), mientras que los no renovables no o lo hacen muy lentamente. Los recursos renovables bien gestionados permiten un uso continuo sin agotamiento rápido; los no renovables implican que su uso reduce las reservas futuras. En general, los renovables tienden a tener menores emisiones o contaminación (aunque no siempre), y los no renovables suelen estar ligados a mayor contaminación, emisiones de carbono, residuos, etc.

Para los escolares de sexto grado, entender esta diferencia no es solo un conocimiento técnico, sino una puerta a pensar en el cuidado del planeta, en la ética del consumo y en la responsabilidad con las generaciones futuras. Saber que algunos recursos pueden agotarse o que su explotación puede dañar el entorno ayuda a fomentar una actitud de ahorro, reciclaje y búsqueda de alternativas más limpias. También es importante porque en muchos países se está trabajando en incorporar más energía renovable (como solar, eólica) y dejar de depender tanto de combustibles fósiles que contaminan y que, además, pueden encarecerse o agotarse.
Como estudiantes, ciudadanos y futuros profesionales, hay acciones sencillas que podemos promover: reducir el consumo innecesario de recursos; reciclar y reutilizar materiales; informarnos y participar en proyectos escolares o comunitarios que promuevan el uso de energía renovable; y reflexionar sobre nuestro consumo. De esta forma, contribuimos no solo al cuidado del planeta, sino a que los recursos renovables sigan disponibles para nosotros y para quienes vendrán después.


La o el docente acompaña, estimula en cada grupo generando preguntas de inferencia para que el estudiante logre su perspectiva del mensaje.

Luego, se les indica que resolverán fichas de comprensión de la lectura por niveles.

NIVEL 1.



NIVEL 2.




NIVEL 3.





Después se les indica que seguirán practicando las lecturas por niveles.

NIVEL 1.

1. Lectura

2. Lectura

3. Lectura

4. Lectura

5. Lectura

6. Lectura


NIVEL 2.

1. Lectura

2. Lectura

3. Lectura

4. Lectura

5. Lectura

6. Lectura


NIVEL 3.








Sem. 29 . 23-10-25. 6to grado "C". Maestro Ronil. “Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”

 PROGRAMA DE REFORZAMIENTO DE COMPRENSIÓN

 Título de la Sesión de Aprendizaje:

Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”




PROPÓSITO:  

Leeremos y comprenderemos textos usando aplicaciones y herramientas TIC.


Lee la siguiente lectura y desarrolla la hoja de preguntas que te da tu maestro.

Una mirada a los recursos renovables y no renovables.

La Tierra pone a nuestra disposición una gran variedad de materias primas y fuentes de energía que los seres humanos utilizamos para nuestras necesidades diarias: desde los alimentos que consumimos, hasta la energía que ilumina nuestros hogares o mueve los vehículos. Estas materias primas y fuentes se agrupan en dos grandes categorías: los recursos renovables y los recursos no renovables. Comprender la diferencia entre ambas es clave para que los alumnos de sexto grado comprendan cómo usamos los recursos del planeta, cuáles son sus límites y por qué es importante emplearlos de modo responsable.

Los recursos renovables son aquellos que pueden ser reemplazados o restituirse mediante procesos naturales en un período razonablemente breve, al menos en la escala de vida humana. Por ejemplo, la luz del sol, el viento, el agua que circula en ríos, las plantas y los árboles si se gestionan correctamente, son recursos que se regeneran. Estos recursos tienen dos ventajas importantes: primero, que su disponibilidad no se agota con el uso —o al menos se agota mucho más lentamente— si se gestionan bien; segundo, que muchas veces su uso produce menores impactos ambientales negativos. Sin embargo, también tienen retos: algunos recursos renovables requieren condiciones especiales (sol, viento, agua) que no están disponibles en todas las regiones, o tecnologías costosas para captarlos. Además, si se usan sin control, incluso los recursos renovables pueden agotarse o degradarse. Por ello, se dice que su sostenibilidad depende de una gestión adecuada: solo serán realmente “renovables” si damos tiempo, espacio o condiciones para que se regeneren.

En contraste, los recursos no renovables son aquellos que no pueden regenerarse —o lo hacen tan lentamente que en la escala de uso humano prácticamente se consideran finitos. Esto quiere decir que una vez que los extraemos y los usamos, su reposición natural toma millones de años o simplemente no se da. Ejemplos típicos son los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) o los minerales metálicos y otros minerales útiles. El peligro principal de estos recursos es que, al depender de ellos de forma intensa sin alternativas, estamos consumiendo algo que no se “repondrá” en un futuro próximo. Además, muchos usos de recursos no renovables tienen impactos ambientales graves: generación de gases de efecto invernadero, contaminación del agua o del suelo, degradación de ecosistemas, entre otros. Por estas razones, se suele decir que el modelo basado en recursos no renovables no es sostenible en el largo plazo.

Para clarificar, los recursos renovables pueden restituirse mediante procesos naturales (siempre que estén bien gestionados), mientras que los no renovables no o lo hacen muy lentamente. Los recursos renovables bien gestionados permiten un uso continuo sin agotamiento rápido; los no renovables implican que su uso reduce las reservas futuras. En general, los renovables tienden a tener menores emisiones o contaminación (aunque no siempre), y los no renovables suelen estar ligados a mayor contaminación, emisiones de carbono, residuos, etc.

Para los escolares de sexto grado, entender esta diferencia no es solo un conocimiento técnico, sino una puerta a pensar en el cuidado del planeta, en la ética del consumo y en la responsabilidad con las generaciones futuras. Saber que algunos recursos pueden agotarse o que su explotación puede dañar el entorno ayuda a fomentar una actitud de ahorro, reciclaje y búsqueda de alternativas más limpias. También es importante porque en muchos países se está trabajando en incorporar más energía renovable (como solar, eólica) y dejar de depender tanto de combustibles fósiles que contaminan y que, además, pueden encarecerse o agotarse.
Como estudiantes, ciudadanos y futuros profesionales, hay acciones sencillas que podemos promover: reducir el consumo innecesario de recursos; reciclar y reutilizar materiales; informarnos y participar en proyectos escolares o comunitarios que promuevan el uso de energía renovable; y reflexionar sobre nuestro consumo. De esta forma, contribuimos no solo al cuidado del planeta, sino a que los recursos renovables sigan disponibles para nosotros y para quienes vendrán después.


La o el docente acompaña, estimula en cada grupo generando preguntas de inferencia para que el estudiante logre su perspectiva del mensaje.

Luego, se les indica que resolverán fichas de comprensión de la lectura por niveles.

NIVEL 1.



NIVEL 2.




NIVEL 3.





Después se les indica que seguirán practicando las lecturas por niveles.

NIVEL 1.

1. Lectura

2. Lectura

3. Lectura

4. Lectura

5. Lectura

6. Lectura


NIVEL 2.

1. Lectura

2. Lectura

3. Lectura

4. Lectura

5. Lectura

6. Lectura


NIVEL 3.








Sem 29 . 23-10-25. 4to grado "A". Maestra Yolanda . Leemos diversos tipos de textos y reforzamos lo aprendido.

 Título de la Sesión de Aprendizaje:

 Leemos diversos tipos de textos y reforzamos lo aprendido.

                          


PROPÓSITO: Leeremos distintos tipos de textos, analizamos y desarrollamos utilizando los entornos virtuales.


El bosque que aprendió a escuchar

En un valle rodeado de montañas verdes y ríos cristalinos, vivía una niña llamada Mía, a quien le encantaba explorar el bosque detrás de su casa. Cada tarde, caminaba entre los árboles, saludaba a los pájaros y observaba las flores que crecían junto al arroyo.

Un día, mientras jugaba con su perro Rayo, notó algo que la preocupó: el agua del arroyo ya no era tan limpia como antes. Había bolsas de plástico flotando, ramas secas y hasta una botella vacía. Mía se entristeció y dijo en voz alta:

—¡Esto no puede seguir así! Nuestro bosque se está enfermando.

 Al día siguiente, decidió hablar con sus amigos del colegio. En el recreo, reunió a sus compañeros y les dijo:

—Tenemos que hacer algo. El arroyo del bosque está lleno de basura, y si no lo cuidamos, los animales podrían enfermar.

 Sus amigos la escucharon con atención. Algunos se miraron sin saber qué decir, pero uno de ellos, Tomás, levantó la mano y exclamó:

—¡Podemos hacer carteles para pedir que la gente no bote basura!

Mía sonrió y respondió:
—¡Esa es una gran idea!

 Así, todos se organizaron. Escribieron mensajes coloridos como:

“Cuidemos el agua, es vida” y “El bosque te necesita limpio”.
Luego, colocaron los carteles en los árboles del sendero y cerca del río.

 Un fin de semana, los vecinos vieron los carteles y se sorprendieron. Algunos se sintieron avergonzados por haber tirado basura, y otros se animaron a ayudar. Poco a poco, más personas se unieron para limpiar el bosque.

 Una tarde, mientras Mía recogía hojas secas, escuchó una voz que parecía venir del viento:

—Gracias, pequeña Mía, por cuidar de nosotros.

 Ella miró a su alrededor, sorprendida. Era el bosque quien le hablaba. Los árboles se movían suavemente, los pájaros cantaban más fuerte y el arroyo brillaba otra vez.

 Desde ese día, Mía entendió que la comunicación no solo ocurre entre personas, sino también con la naturaleza: cuando la cuidamos, ella nos responde con vida y armonía.

 

                                                                                                                                  R.and.Y





Luego se les indica que resolverán fichas de comprensión de la lectura por niveles.


NIVEL 1



NIVEL 2



NIVEL 3






Luego, lee las siguientes lecturas de acuerdo al grupo que te encuentras:





Lee las siguientes lecturas:


GRUPO 1.


GRUPO 2.



GRUPO 3.