PROGRAMA DE REFORZAMIENTO DE COMPRENSIÓN
Título de la Sesión de Aprendizaje:
“Comprendemos textos para conocer estrategias de conservación de nuestros recursos naturales”
PROPÓSITO:
Leeremos y comprenderemos textos usando aplicaciones y herramientas TIC.
Lee la siguiente lectura y desarrolla la hoja de preguntas que te da tu maestro.
Una mirada a los recursos renovables y no renovables.
La
Tierra pone a nuestra disposición una gran variedad de materias primas y
fuentes de energía que los seres humanos utilizamos para nuestras necesidades
diarias: desde los alimentos que consumimos, hasta la energía que ilumina
nuestros hogares o mueve los vehículos. Estas materias primas y fuentes se
agrupan en dos grandes categorías: los recursos renovables y los recursos no
renovables. Comprender la diferencia entre ambas es clave para que los alumnos
de sexto grado comprendan cómo usamos los recursos del planeta, cuáles son sus
límites y por qué es importante emplearlos de modo responsable.
Los recursos renovables son aquellos que pueden ser reemplazados o restituirse
mediante procesos naturales en un período razonablemente breve, al menos en la
escala de vida humana. Por ejemplo, la luz del sol, el viento, el agua que
circula en ríos, las plantas y los árboles si se gestionan correctamente, son
recursos que se regeneran. Estos recursos tienen dos ventajas importantes:
primero, que su disponibilidad no se agota con el uso —o al menos se agota
mucho más lentamente— si se gestionan bien; segundo, que muchas veces su uso
produce menores impactos ambientales negativos. Sin embargo, también tienen
retos: algunos recursos renovables requieren condiciones especiales (sol,
viento, agua) que no están disponibles en todas las regiones, o tecnologías
costosas para captarlos. Además, si se usan sin control, incluso los recursos
renovables pueden agotarse o degradarse. Por ello, se dice que su
sostenibilidad depende de una gestión adecuada: solo serán realmente
“renovables” si damos tiempo, espacio o condiciones para que se regeneren.
En contraste, los recursos no renovables son aquellos que no pueden regenerarse
—o lo hacen tan lentamente que en la escala de uso humano prácticamente se
consideran finitos. Esto quiere decir que una vez que los extraemos y los
usamos, su reposición natural toma millones de años o simplemente no se da.
Ejemplos típicos son los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) o
los minerales metálicos y otros minerales útiles. El peligro principal de estos
recursos es que, al depender de ellos de forma intensa sin alternativas,
estamos consumiendo algo que no se “repondrá” en un futuro próximo. Además,
muchos usos de recursos no renovables tienen impactos ambientales graves:
generación de gases de efecto invernadero, contaminación del agua o del suelo,
degradación de ecosistemas, entre otros. Por estas razones, se suele decir que
el modelo basado en recursos no renovables no es sostenible en el largo plazo.
Para clarificar, los recursos renovables pueden restituirse mediante procesos
naturales (siempre que estén bien gestionados), mientras que los no renovables
no o lo hacen muy lentamente. Los recursos renovables bien gestionados permiten
un uso continuo sin agotamiento rápido; los no renovables implican que su uso
reduce las reservas futuras. En general, los renovables tienden a tener menores
emisiones o contaminación (aunque no siempre), y los no renovables suelen estar
ligados a mayor contaminación, emisiones de carbono, residuos, etc.
Para los escolares de sexto grado, entender esta diferencia no es solo un
conocimiento técnico, sino una puerta a pensar en el cuidado del planeta, en la
ética del consumo y en la responsabilidad con las generaciones futuras. Saber
que algunos recursos pueden agotarse o que su explotación puede dañar el
entorno ayuda a fomentar una actitud de ahorro, reciclaje y búsqueda de
alternativas más limpias. También es importante porque en muchos países se está
trabajando en incorporar más energía renovable (como solar, eólica) y dejar de
depender tanto de combustibles fósiles que contaminan y que, además, pueden
encarecerse o agotarse.
Como estudiantes, ciudadanos y futuros profesionales, hay acciones sencillas
que podemos promover: reducir el consumo innecesario de recursos; reciclar y
reutilizar materiales; informarnos y participar en proyectos escolares o
comunitarios que promuevan el uso de energía renovable; y reflexionar sobre
nuestro consumo. De esta forma, contribuimos no solo al cuidado del planeta,
sino a que los recursos renovables sigan disponibles para nosotros y para
quienes vendrán después.
La o el docente acompaña, estimula en cada grupo generando preguntas de inferencia para que el estudiante logre su perspectiva del mensaje.
Luego, se les indica que resolverán fichas de comprensión de la lectura por niveles.
NIVEL 1.
NIVEL 2.
NIVEL 3.
Después se les indica que seguirán practicando las lecturas por niveles.
NIVEL 1.
1. Lectura
2. Lectura



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