CLASE REMOTA - 06-10-25
PROGRAMA DE REFORZAMIENTO DE COMPRENSIÓN
Título de la Sesión de Aprendizaje:
“Reforzamos nuestra comprensión
lectora fomentando el ahorro de agua y energía”
PROPÓSITO:
En esta sesión los estudiantes practican su comprensión lectora en forma on line.
Lee la siguiente lectura y desarrolla la hoja de preguntas que te da tu maestro.
El
río que quería seguir vivo
Había una vez, en un valle rodeado de montañas verdes, un río llamado Amaru. Sus aguas eran tan claras que los peces se veían nadando alegremente, y los niños del pueblo iban cada tarde a jugar en sus orillas. Las familias lavaban su ropa allí y los agricultores usaban su agua para regar sus cultivos. Todos amaban al río, pero pocos se daban cuenta de que necesitaba cuidados.
Con el paso de los años, el pueblo creció. Llegaron nuevas casas, más autos y
pequeñas fábricas. Poco a poco, el agua cristalina de Amaru empezó a
enturbiarse. Primero aparecieron papeles y botellas flotando, luego manchas
aceitosas que reflejaban los rayos del sol. Los peces comenzaron a desaparecer
y el olor del río cambió. Pero nadie parecía preocuparse demasiado.
Una noche, cuando el viento soplaba fuerte y las estrellas brillaban como
nunca, un niño llamado Inti escuchó una voz débil que lo llamó desde la
ventana.
—Inti… ayúdame… —susurró la voz.
El niño se levantó, curioso y asustado, y salió descalzo al patio. Allí, frente
a él, el río Amaru brillaba débilmente bajo la luz de la luna. Las ondas del
agua formaban un rostro triste.
—¿Quién eres? —preguntó Inti.
—Soy el río Amaru —respondió la voz—. Estoy muriendo. Antes era fuerte y puro,
pero ahora me duele respirar. El agua sucia no deja que los peces vivan, y mis
amigos los árboles se están marchitando.
Inti no podía creer lo que oía.
—¿Cómo puedo ayudarte? —dijo conmovido.
—Necesito que los humanos me escuchen otra vez —dijo el río—. Cuéntales que sin
mí no habrá vida. Enséñales a cuidarme. Pero date prisa, no me queda mucho
tiempo.
A la mañana siguiente, Inti fue a contarle a su maestra lo sucedido. Al
principio, ella sonrió pensando que era un sueño, pero al ver la preocupación
del niño decidió hablar del tema en clase. Pronto, todos los estudiantes
comenzaron a investigar sobre el río Amaru. Descubrieron que los desechos de
las fábricas y la basura doméstica se estaban vertiendo directamente en el agua
sin ningún control.
Los niños se sintieron tristes e indignados. Así que organizaron una campaña:
“¡Salvemos al río Amaru!”. Hicieron carteles con mensajes como “El agua es
vida” y “No tires basura al río”. También escribieron una carta al alcalde
pidiendo ayuda para limpiar el lugar y prohibir que las fábricas contaminen.
El sábado siguiente, los estudiantes, junto con algunos padres y maestros,
fueron al río con guantes, bolsas y palas. Comenzaron a recoger los desechos.
Encontraron botellas, plásticos, latas y hasta llantas viejas. El trabajo era
duro, pero nadie se quejaba. Todos sabían que estaban haciendo algo importante.
Mientras trabajaban, Inti escuchó nuevamente la voz del río, ahora un poco más
fuerte.
—Gracias, pequeño —susurró Amaru—. Puedo respirar mejor. Siento tus esfuerzos y
los de tus amigos.
Con el tiempo, el cambio fue visible. Las aguas del río empezaron a recuperar
su color. Las aves regresaron y los niños volvieron a jugar cerca, aunque con
más cuidado que antes. Incluso las autoridades del pueblo colocaron letreros y
contenedores para mantener limpio el lugar.
Un día, el alcalde invitó a todos los vecinos a una reunión. Allí anunció la
creación de un comité ecológico escolar, que tendría como misión cuidar el río
y promover el uso responsable del agua. Inti fue elegido como representante de
su escuela.
Pasaron los meses, y el río Amaru volvió a tener vida. Ya no brillaba por el
aceite, sino por la pureza de su corriente. Los peces regresaron, las plantas
crecieron y los niños aprendieron que el agua no es un recurso infinito, sino
un regalo que debe cuidarse todos los días.
Una tarde, Inti se acercó al río y se arrodilló a la orilla.
—¿Cómo te sientes, Amaru? —preguntó sonriendo.
—Me siento vivo otra vez, gracias a ti y a todos los que escucharon mi voz
—respondió el río, con un murmullo alegre—. Pero recuerda, Inti, que siempre
debo ser cuidado. Si me olvidan, enfermaré de nuevo.
Desde ese día, el niño prometió enseñar a otros la importancia de proteger el
agua. Y así, el río Amaru siguió fluyendo, claro y feliz, recordando a todos
que incluso la naturaleza tiene una voz… solo hay que aprender a escucharla.
Lee la lectura y desarrolla el cuestionario:Da clic en la imagen:
Luego se les indica que resolverán fichas de comprensión de la lectura por niveles.
Nivel 1
Ahora desarrolla las siguientes lecturas:
Nivel 1
Nivel 3



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