Título de la Sesión de Aprendizaje:
Leemos diversos tipos de textos y reforzamos lo aprendido.
El bosque que aprendió a escuchar
En un valle rodeado de montañas verdes y ríos cristalinos, vivía una niña llamada Mía, a quien le encantaba explorar el bosque detrás de su casa. Cada tarde, caminaba entre los árboles, saludaba a los pájaros y observaba las flores que crecían junto al arroyo.
Un día, mientras jugaba con su perro Rayo, notó algo que la preocupó: el agua del arroyo ya no era tan limpia como antes. Había bolsas de plástico flotando, ramas secas y hasta una botella vacía. Mía se entristeció y dijo en voz alta:
—¡Esto no puede seguir así! Nuestro bosque se está enfermando.
Al día siguiente, decidió hablar con sus amigos del colegio. En el recreo, reunió a sus compañeros y les dijo:
—Tenemos que hacer algo. El arroyo del bosque está lleno de basura, y si no lo cuidamos, los animales podrían enfermar.
Sus amigos la escucharon con atención. Algunos se miraron sin saber qué decir, pero uno de ellos, Tomás, levantó la mano y exclamó:
—¡Podemos hacer carteles para pedir que la gente no bote basura!
Así, todos se organizaron. Escribieron mensajes coloridos como:
Un fin de semana, los vecinos vieron los carteles y se sorprendieron. Algunos se sintieron avergonzados por haber tirado basura, y otros se animaron a ayudar. Poco a poco, más personas se unieron para limpiar el bosque.
Una tarde, mientras Mía recogía hojas secas, escuchó una voz que parecía venir del viento:
—Gracias, pequeña Mía, por cuidar de nosotros.
Ella miró a su alrededor, sorprendida. Era el bosque quien le hablaba. Los árboles se movían suavemente, los pájaros cantaban más fuerte y el arroyo brillaba otra vez.
Desde ese día, Mía entendió que la comunicación no solo ocurre entre personas, sino también con la naturaleza: cuando la cuidamos, ella nos responde con vida y armonía.
R.and.Y
Luego se les indica que resolverán fichas de comprensión de la lectura por niveles.



No hay comentarios:
Publicar un comentario